El periodista de investigación argentino Hugo Alconada Mon, prosecretario de Redacción del diario La Nación, e integrante de la Red de Periodismo de Investigación Estructurado liderada por IDL-R para la investigación del caso Lava Jato en América Latina, fue objeto de un espionaje ilegal de la Agencia Federal de Inteligencia argentina entre marzo y noviembre de 2018, periodo que coincide con las publicaciones de Alconada sobre cómo Gustavo Arribas, entonces jefe del servicio de inteligencia y amigo personal del presidente Mauricio Macri, recibió más de medio millón de dólares de un operador financiero brasileño condenado por la justicia de su país por su rol en la trama del caso Lava Jato. Los pagos a Arribas comenzaron un día después de que se reactivara el contrato con Odebrecht para el soterramiento del tren Sarmiento.
El 18 de junio, el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), que desde 2010 ha documentado casos de espionaje a periodistas por parte de los servicios de inteligencia de Argentina, emitió una alerta sobre el seguimiento ilegal a Alconada y exhortó “a las autoridades argentinas a realizar una investigación exhaustiva sobre el espionaje a periodistas durante la gestión del Gobierno anterior, y hacer rendir cuentas a los responsables”.
Tres días antes del comunicado del CPJ, el juez Federico Villena, del Juzgado Federal de Lomas de Zamora, presentó los resultados de su investigación de cómo la AFI espió ilícitamente a Alconada y a dirigentes políticos de oposición al partido de Mauricio Macri –entonces mandatario– y de políticos de su propio partido. Entre las pruebas del espionaje a Alconada figuran mensajes de WhatsApp y archivos de audio intercambiados entre agentes de inteligencia que coordinaron acciones de vigilancia durante su cobertura periodística, a su vivienda y la de sus padres en La Plata, la capital de la provincia de Buenos Aires.
El objetivo era conocer la identidad de las fuentes de Hugo Alconada del caso Lava Jato. Además de documentar los pagos que recibió el jefe de inteligencia argentino, Alconada reveló –como parte de la red periodística regional– los aportes a campañas políticas y las coimas que Odebrecht pagó en proyectos de obra pública, y reconstruyó el sistema de lavado de dinero que la constructora utilizó para sobornar a funcionarios argentinos. También documentó cómo se cartelizó la obra pública en su país e identificó quién fue el intermediario clave de Odebrecht en Argentina (el lobbista Jorge “Corcho” Rodríguez), entre varias otras investigaciones del que ha sido el caso de corrupción política y corporativa más importante de América Latina.
IDL-R entrevistó a Hugo Alconada vía zoom, quien desde su casa en La Plata contó que hay información preliminar que indica los agentes de inteligencia consideraron realizar acciones violentas en su contra, como colocar un artefacto explosivo en la puerta de su casa para intimidarlo.
¿Cuál es el estado actual de la investigación sobre el espionaje?
Lo que ahora empieza a salir a la luz es que al parecer, mientras que como parte de este proyecto regional de exponer a Odebrecht en América Latina íbamos publicando en el diario La Nación, la Agencia Federal de Inteligencia empezó a desarrollar un seguimiento en violación de la ley de inteligencia nacional o argentina, es decir, cometiendo delito, haciendo espionaje ilegal. A su vez, eso ahora es parte de una investigación que un tramo se está encargando la justifica federal, que ya de manera oficial, formalmente, me notificó que sí, que me estuvieron siguiendo, que fui víctima de espionaje ilegal, y por otro lado una comisión bicameral del Congreso también está tratando de reconstruir qué pasó.
Esto habría ocurrido entre marzo y al menos noviembre de 2018, cuando un grupo de al menos de 18 agentes de la AFI, la Agencia Federal de Inteligencia, se desplegaron por distintas zonas. Y en mi caso particular lo que hicieron fue venir hasta mi casa, fotografiarla, analizar mi nivel de vida, seguirme los pasos, ver dónde viven mis padres, reconstruir cómo era mi agenda diaria de reuniones, e incluso tratar de reconstruir, averiguar, identificar quiénes eran mis fuentes en particular sobre el caso de Lava Jato en América Latina y en Argentina. Sobre eso en particular, la justicia ha logrado recuperar mensajes de WhatsApp, como así también audios, en los cuales los distintos agentes van intercambiando datos mientras que me siguen por la calle o incluso cuando yo estuve entrando a los tribunales e intentan inferir, dado que yo estoy entrando a determinado juzgado, si esos jueces o los eventuales funcionarios judiciales podrían ser algunos de los que serían mis fuentes. Al menos por ahora no hay indicios de que hayan intentando desarrollar un hackeo electrónico de mis teléfonos o mis correos y al mismo tiempo sí hay indicios, por suerte muy preliminares y ojala que no se confirmen, de que habrían evaluado colocar un artefacto explosivo en la puerta de mi casa.
[…] Lo que se sabe de la justicia y del Congreso es la cadena de responsabilidades de los agentes mismos, de su jefe inmediato y el jefe del jefe. Y empiezan a salir alusiones e indicios, todavía no evidencias, pero sí algunos testimonios, que llegan al primer nivel político de responsabilidad que sería la entonces número dos de la Agencia Federal de Inteligencia, Silvia Majdalani, y algunas alusiones al número uno de la Agencia Federal de Inteligencia que en ese momento era Gustavo Arribas. […] Dentro de nuestras revelaciones sobre el capítulo argentino de Lava Jato, uno de nuestros principales hallazgos justamente tenía que ver con el dinero que ese mismo señor, Gustavo Arribas, habría recibido de un doleiro de Odebrecht. Y algo más, incluso lo que existe al menos es una notable correlación temporal del momento en el cual la Policía Federal brasileña emite un comunicado oficial de prensa desde San Pablo en el cual informa, confirma, que el señor Gustavo Arribas era una de las personas que estaba bajo investigación en Brasil. Mientras la Policía Federal brasileña emitía ese comunicado, hay incluso mensajes que recuperó la justicia argentina en las cuales empiezan a decir “Anaconda”, que era el nombre clave que me habían puesto, “Anaconda, seguimiento y fuentes”. Es decir, hay que seguir a Alconada y tratemos de identificar las fuentes.
[…] Lo que pasó con Gustavo Arribas es un ejemplo más de la paradigmática impunidad que ocurre en la Argentina. Porque cuando revelamos que el entonces jefe de la inteligencia argentina había recibido dinero de un doleiro, de un financista ilegal que trabajaba para Odebrecht, se abrió una investigación en la argentina, un juez incluso pidió datos a través de exhortos a Suiza, Brasil, Panamá y algún lugar más, y de repente sin esperar la respuesta de los exhortos que él mismo había ordenado, cerró la investigación. Lo sobreseyó a Gustavo Arribas y por el contrario, el doleiro que había aceptado declarar ante la justicia argentina a través de una videoconferencia terminó siendo denunciado, acusado de falso testimonio. Con lo cual, el supuesto colaborador de la justicia terminó acusado, y el acusado terminó sobreseído sin esperar ni siquiera la respuesta ni de Suiza, ni de Brasil, ni de Panamá.
Pero ahora que ya salió Mauricio Macri de la presidencia las cosas cambian y los jueces ya están dispuestos a hacer la investigación sobre el hoy expresidente y su entorno, ¿verdad?
Sí, pero con matices. ¿Por qué? Porque en algunas investigaciones es posible, es probable, que avancen e investiguen al presidente Macri y a su gobierno. Hay otras investigaciones que son incómodas para todos. Este es un caso, el caso Lava Jato en la Argentina. ¿Por qué? porque sí tendríamos que […] en la operatoria ilícita de Odebrecht en la Argentina aparece un primo del presidente Macri, que se llama Ángelo Calcaterra, que incluso ya en un momento terminó procesado por la justicia argentina […] pero también está quienes recibieron los fondos. Y los que recibieron los fondos eran funcionarios kirchneristas, es decir, del grupo político que ahora volvió al poder, con lo cual va a ser más difícil que el kirchnerismo quiera investigar algo que podría complicar a un primo de Macri pero también a ellos mismos.
La investigación que se está llevando a acabo con todas sus limitaciones apunta a no solamente un espionaje ilegal sino a por lo menos haber considerado el realizar acciones violentas. En este caso, colocar un explosivo con un fin intimidatorio. ¿Hay una investigación y medidas específicas relacionadas con tu seguridad en ese aspecto, llevada a cabo por las autoridades argentinas?
Me han ofrecido en dos momentos distintos, y yo he declinado el ofrecimiento por una cuestión. Al final, si te colocan guardaespaldas o custodios, ¿cómo sabes que esos custodios están para custodiarte y no para informar con quién te reuniste? Entonces a veces se complica como periodista tener un guardaespaldas, porque si quedara asignado en la puerta de mi casa, al menos esa persona sabe cuándo entro, cuándo salgo, y cuáles son mis movimientos. Ahora estamos en plena cuarentena y confinados, pero si me acompañara sabría a dónde estoy yendo y con quiénes me estoy reuniendo. […] Prefiero moverme solo. Sí he reforzado mis pautas de seguridad electrónica. Ya tengo un teléfono celular habitual, y un segundo teléfono celular que cambio cada 15 días y las llamadas sensibles las hago desde ese número. Del mismo modo que tengo al menos media docena de correos electrónicos con distintos umbrales de seguridad. En cuanto a la situación física, por un lado el periodo de inteligencia de espionaje en teoría ya terminó y ahora además estamos en un periodo de confinamiento. Veremos cuando termine este confinamiento, esta cuarentena, en dónde estamos parados y ahí lo evaluaré.
Notas relacionadas
Un operador de Odebrecht le giró US$ 600.000 al jefe de inteligencia argentino
El cambista Leonardo Meirelles, condenado por la justicia brasileña en el Lava Jato, hizo en 2013 cinco transferencias a Gustavo Arribas desde una cuenta controlada por una «empresa de fachada».
Arribas sólo admite una transferencia y la adjudica a la venta de un inmueble en Brasil
Colaboradores del jefe de la AFI niegan vínculos con el Lava Jato y con el pago de coimas de Odebrecht.
Juez exculpa a jefe de inteligencia argentino por caso Lava Jato
Pese a contundente evidencia de transferencias financieras por casi 600 mil dólares que el doleiro brasileño Leonardo Meirelles hizo a Gustavo Arribas, sobre las que Meirelles estaría dispuesto a declarar ante la justicia argentina.
Abogado de doleiro confirma pagos a Gustavo Arribas
Haroldo Nater, abogado del doleiro brasileño Leonardo Meirelles, confirmó que su cliente ordenó cinco transferencias a favor del titular de la Agencia Federal de Inteligencia de Argentina, y que la empresa que Meirelles empleó para hacer los giros solo fue utilizada para pagar sobornos.
Odebrecht da el primer paso para colaborar con la justicia argentina
Ofreció sellar un acuerdo para aportar datos que permitan esclarecer el pago de coimas; mañana declararán por videoconferencia Meirelles y Youssef.
Un testigo clave del Lava Jato contradijo a Arribas
Meirelles insistió en que giró al jefe de la AFI US$ 850.000
Delator incrimina a jefe de inteligencia argentino con nueva documentación
El «doleiro» Leonardo Meirelles entregó a la justicia de ese país copias de las 4000 transferencias bancarias realizadas para empresas investigadas; entre ellas figuran los giros al actual jefe de la AFI por US$ 850.000.
Argentina: Odebrecht pagó más coimas que las que confesó en EE.UU.
Colaboradores del jefe de la AFI niegan vínculos con el Lava Jato y con el pago de coimas de Odebrecht.
Testigo de cargo
En Curitiba, la capital del Estado de Paraná, en Brasil, se desarrolla el drama incesante de investigaciones, detenciones, acusaciones, defensas y decisiones judiciales que conforman la acción de Lava Jato, la más importante investigación anti-corrupción en la historia brasileña y latinoamericana. Desde esa ciudad, IDL-Reporteros y Caretas reportan la primera entrega de exclusivas revelaciones.