La suspensión de la fiscal Marita Barreto y la desactivación en la práctica del Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder (Eficcop) no solo dejan consecuencias sino preguntas por ahora sin respuesta.
Las medidas sobre Eficcop no solo dejan en suspenso el trámite de 43 investigaciones altamente complejas, que involucran a 30 funcionarios públicos, sino que dan la impresión de convalidar una prolongada y virulenta campaña de destrucción contra Barreto y su equipo.
Esta nota expone los principales hitos de esa campaña, el transformismo de posiciones de sus principales operadores y el conglomerado de intereses que lleva meses ejerciendo presión sobre el Eficcop desde las sombras.
LOS AÑOS DEL BOMBO Y LA GUARIPOLA
Hubo un tiempo no lejano en el que Willax, el canal de Erasmo Wong, aplaudía con manos y pies, bombos y platillos las acciones de Eficcop y de su líder Marita Barreto. Fue desde el comienzo de su gestión, en julio de 2022, y se mantuvo, parejo e intenso, hasta inicios de este año.
El período corresponde a la concentración inicial de Eficcop en la investigación de casos de corrupción relacionados con Pedro Castillo y, luego de la caída de este, con los de Martín Vizcarra.
Entonces era frecuente ver a Milagros Leiva derramando elogios a Barreto:
Y Carlos Paredes hablaba con recogido respeto al presumir de haber accedido a información reservada del Eficcop:
En esos meses Phillip Butters le aconsejaba en tono grave actuar con dureza contra el “enemigo”:
Entonces todo Willax era unánime. Ni Humberto Ortiz desentonaba en el coro. Eficcop, en sus palabras, era un “grupo sólido, valiente, que no se deja amedrentar ni siquiera por las presiones de Palacio de Gobierno”.
¿Alguna crítica a sus métodos? ¿Protesta por las constantes y notorias filtraciones? ¿Advertencia sobre manejos irregulares de colaboradores eficaces? ¿Denuncia de casos fabricados? Nada de eso.
El canal de Wong aplaudía a Barreto y a su equipo con una unanimidad que no hubiera desentonado ni en Corea del Norte.
Y vaya que el trabajo de Eficcop no siempre fue prolijo. Algunas de sus investigaciones nacieron y murieron endebles, pero en el intermedio fueron vitoreadas por Willax y otros medios. Veamos un ejemplo.
Algún tiempo después de iniciar funciones, en noviembre de 2022, el Eficcop denunció un presunto plan para atentar contra la vida de la entonces fiscal de la nación, Patricia Benavides.
El improbable plan también tenía como supuestos objetivos a la propia Barreto, al coronel Harvey Colchado y, en lo que en psicoanálisis se definiría como un acto fallido, ¡nada menos que a Philip Butters! ¿La fuente? Una informante de la policía que por presuntas cuestiones de seguridad recibió el seudónimo de “Juana”.
El principal sospechoso en la denuncia, el español Jorge Hernández, fue detenido y tanto su biografía como sus supuestas conspiraciones fueron exprimidas por Willax durante semanas.
Al cabo de unos meses, sin embargo, “el español” fue liberado y eventualmente se convirtió en aspirante a colaborador eficaz del Eficcop en casos ajenos a su captura. El supuesto plan de asesinatos, carente de la más elemental evidencia, pasó a un poco pudoroso olvido.
Esta es solo una muestra de un muy reciente pasado que Willax ha intentado borrar eliminando de su cuenta oficial de Youtube los videos previos a la caída de Castillo. Los de aplausos y vivas a Barreto y al Eficcop.
La cuenta ahora solo alberga los episodios de una virulenta campaña de demolición contra Barreto que arrancó a fines de 2023 y se hizo frenética a partir de mayo de 2024, coincidiendo con dos hechos claves en esta historia.
EL PUNTO DE QUIEBRE
El 27 de noviembre de 2023, el Eficcop ejecutó la sorpresiva “Operación Valquiria”, que, entre otras acciones, llevó al arresto de Jaime Villanueva, el exasesor de la entonces fiscal de la nación, Patricia Benavides.
Hasta entonces, Barreto y el Eficcop habían actuado en consonancia con Benavides. Ahora, el equipo de Barreto desplegaba acciones contra su jefa, al amparo de sólidas evidencias de grave corrupción.
En sus primeros días de reclusión, luego de acogerse a la colaboración eficaz, Villanueva narró en detalle las múltiples negociaciones delictivas de Benavides con el Congreso, además de pormenorizar cómo se maquinó la destitución de la fiscal Bersabeth Revilla y cómo se acordó y llevó a cabo la persecución contra el fiscal Rafael Vela.
En Willax, el operativo provocó el fin de los elogios al Eficcop y Barreto, y –en lo que parece un caso de disonancia cognitiva– el inicio de tensiones internas.
Humberto Ortíz, de un lado, rompió filas y, con el auxilio del sinuoso y camaleónico Umberto Jara, tomó posición en contra de Benavides, a la que pasó a llamar “falsa heroína”. Esa suerte de “rebeldía”, como veremos después, tuvo consecuencias.
Phillip Butters, en cambio, se mantuvo al lado de Benavides y cuestionó el operativo de Barreto con argumentos más deleznables de lo acostumbrado. El caso de Milagros Leiva fue más interesante.
Luego de prestar pantalla al equipo legal de Benavides en pleno, con Jorge del Castillo a la cabeza, hacia fines de diciembre apuntó a distraer la atención del operativo Valquiria para meterle fierro a fondo al psicosocial de la supuesta injerencia y control de Gustavo Gorriti, director de IDL-R, sobre el Ministerio Público.
Persistió en la campaña desde inicios del año siguiente, cuando obtuvo, día tras día, en tiempo real, las declaraciones ofrecidas por Jaime Villanueva como testigo en el despacho del fiscal Reynaldo Abia primero y en el de Alcides Chinchay después.
Contracorriente, el programa dirigido por Carlos Paredes, apoyó a Leiva en su campaña contra Gorriti, pero por un tiempo se mantuvo cauto en relación al Eficcop.
Se trató de un mero cálculo. A fines de enero de este año, Eficcop llevó a cabo un operativo que condujo a la detención de cuatro exfuncionarios de Provías Descentralizado presuntamente involucrados en una red de corrupción encabezada por Martín Vizcarra.
Paredes obtuvo “en primicia” documentación de aquella investigación y destacó la labor de los fiscales en la persecución contra el protagonista de su libro “El perfil del lagarto”.
A fines de abril, Eficcop ejecutó la segunda etapa de Valquiria, con varios arrestos. Capturó al exasesor de Patricia Benavides, Miguel Girao, al abogado José Luis Castillo Alva y su pareja, la empresaria Mirtha Gonzáles Yep, además del policía Jorge Rodríguez Menacho y el empresario Giancarlo Valer Enciso.
La investigación, además, puso al descubierto los presuntos pagos realizados por Camilo Peirano Blondet y Manuel Altamirano Ramírez a cambio del archivo de sus respectivas investigaciones por lavado de activos.
A inicios de mayo, Eficcop realizó otro operativo, esta vez vinculado al círculo cercano de la presidenta Dina Boluarte.
“Los Waykis en la sombra”, como fue denominada la investigación, provocó la detención de Nicanor Boluarte, de su abogado Mateo Castañeda y una decena de personas investigadas por pertenecer a una presunta red clientelista en el Ejecutivo.
El requerimiento fiscal incluyó la transcripción de los diálogos entre Castañeda y dos agentes especiales de la policía, donde quedó claro el interés del abogado por favorecer a Boluarte por medio de promesas ilícitas.
En Willax, los operativos decidieron la nueva actitud hacia Barreto: ofensiva con todo, guerra total y sin reglas.
Con todo el arsenal de la desinformación y la guerra sucia periodística en acción, el canal de Erasmo Wong buscó descalificar y desacreditar a Eficcop y, en especial, a Barreto. Para hacerlo no trepidaron en mezclar información con chismografía de alcoba.
El 16 de mayo, Carlos Paredes publicó en Caretas una columna titulada “La Todopoderosa”, un perfil de la fiscal Marita Barreto que cuestionaba su escasa preparación académica en sus estudios de Derecho en Huancayo y aportaba datos irrelevantes de sus presuntos conflictos maritales en el pasado. ¿Recién se había enterado de eso el huancaíno asimilado Paredes? ¿No lo había sabido durante los meses dedicados a aplaudirla?
En las siguientes semanas, Contracorriente, el programa bajo su dirección, siguió “desarrollando” la información con los comentarios del abogado Luis Pacheco Mandujano, sin mencionar siquiera los probables conflictos de interés de este.
Las “primicias” sobre los conflictos en la vida marital de Barreto fueron reproducidas por CTV Perú, el canal digital de Claudia Toro, y el propio Pacheco Mandujano, quien también cuenta con un espacio en dicho canal.
Además, Pacheco Mandujano ofreció una entrevista al diario Expreso, donde abundó sobre las notas deficientes de Barreto durante sus estudios de Derecho y atribuyó la obtención de su título universitario a una presunta relación amorosa con una autoridad universitaria.
Con el correr de las semanas, Leiva se sumó al cargamontón y en un ejercicio nada atípico de cinismo hasta se atribuyó la autoría de una investigación sobre la tesis “voladoras” de Patricia Benavides y Marita Barreto en la universidad Alas Peruanas. En realidad, buena parte de esa información ya había sido publicada por IDL-R en 2022.
Paredes continuó en lo suyo y el 29 de septiembre introdujo una malévola información sobre una supuesta infidelidad de la hoy divorciada Barreto dentro de un reportaje sobre las calificaciones de la futura fiscal cuando estudió en la Universidad Peruana Los Andes de Huancayo.
El reportaje buscó desacreditar a Barreto presentándola como una pésima alumna, cuya única posibilidad de aprobar estudios había sido a través de una relación amorosa con un catedrático.
De nuevo: ¿toda esa mancha de huancaínos no lo supo antes, cuando les faltaron manos para aplaudir a la fiscal que investigó agresivamente a Pedro Castillo y a Martín Vizcarra? ¿Y cómo explicaron que la persona a quien intentaron describir como una minusválida mental hubiera, luego de graduarse, llevado con éxito la investigación del complejo caso Orellana, mucho antes de la Eficcop?
¿O hubo otras razones que ninguno de esa mancha quiso o pudo mencionar?
Lo que Paredes y el resto de operadores de la campaña omitieron comunicar a su público es que el exmarido de Barreto, Jorge Solís Espinoza, (que tuvo un hostil y contencioso divorcio con Barreto) mantiene relación comercial con todos los medios involucrados en la campaña y al menos con un personaje expuesto en la Operación Valquiria.
CAJA DE RESONANCIA
Desde el 2008, Solís ejerce el cargo de presidente del directorio de la Caja Municipal de Ahorro y Crédito Huancayo, más conocida como Caja Huancayo. Y es precisamente esta entidad la que contribuye económicamente, a través de su publicidad, con los espacios televisivos lanzados a la campaña de destrucción contra Barreto.
En 2021, la Caja Huancayo financió un taller de periodismo de investigación para colegas de esa localidad a cargo de la “reconocida periodista” Claudia Toro.
Al culminar el evento, Solís y Toro posaron juntos para la foto y poco tiempo después, cuando Toro abandonó Willax, la Caja se convirtió en uno de los principales anunciantes del naciente, y entonces casi con nula sintonía, canal CTV Perú.
Los anuncios de la Caja Huancayo también se transmiten durante el programa del mismo canal “Crimen Imperfecto”, dirigido por Pacheco Mandujano y Luis Francia.
La relación entre Solís Espinoza y Pacheco Mandujano es todavía más antigua. En 2009, Mandujano trabajó como asesor legal de Registros Públicos de Huancayo cuando Solís era la cabeza de dicha institución.
A su salida, en 2011, se pelearon por un rato. Pacheco Mandujano denunció a Solís ante el superintendente nacional de Registros Públicos por la presunta contratación irregular de empleados que no tenían la calificación necesaria para ocupar sus cargos.
Pero luego se amistaron. Trece años después, el conductor de “Crimen Imperfecto” difunde anuncios de la Caja Huancayo y opina sobre los antiguos líos maritales de Barreto y Solís sin aclarar su real grado de vinculación con el personaje.
Otra que recibió publicidad de Caja Huancayo fue Milagros Leiva. Aunque sus programas de 2021 han sido sacados del canal oficial de Willax, el avisaje de entonces se puede ver aquí.
La Caja Huancayo también auspicia el noticiero vespertino de Willax, conducido por Augusto Thorndike, quien no tiene problemas en prestar su imagen y voz para repetir los anuncios publicitarios de la caja municipal en un paréntesis del contenido informativo.
Hay más. Algunos años atrás, la Caja Huancayo bajo la dirección de Solís mantuvo una fluida relación comercial con la empresa de comunicaciones Speedy Group, del empresario Manuel Altamirano Ramírez.
Altamirano, como se mencionó líneas arriba, ha sido señalado por el presunto pago de una coima a cambio del archivo de una investigación en su contra por lavado de activos.
La información contra Altamirano surgió de las pesquisas realizadas por el Eficcop, liderado por Barreto. El empresario, por cierto, no oculta su simpatía por la campaña de demolición contra la fiscal.
Desde hace algunos meses, Altamirano usa su cuenta de la plataforma X para replicar y felicitar todas las publicaciones e infamias de Paredes, como se puede ver aquí.
Ello, al mismo tiempo que afronta una investigación por la venta presuntamente sobrevaluada de artículos médicos a Essalud durante la pandemia y un pedido para que se reabra la investigación por lavado de activos en su contra.
El fin de esta historia es conocido. Con evidente atropello de la ética profesional, el 29 de septiembre de este año Carlos Paredes propaló la grabación clandestina de una conversación que sostuvo con Barreto el año pasado. A decir del operador, correspondía al momento en que la fiscal le entregó información reservada sobre un caso vinculado al congresista Guillermo Bermejo.
La “denuncia” de Paredes fue expeditivamente tomada en la Autoridad Nacional de Control del Ministerio Público, dirigida por el notorio Antonio Fernández Jerí, el mismo que antes suspendió, con coordinaciones delictivas según el colaborador eficaz Jaime Villanueva, al fiscal Rafael Vela. Al cabo de una semana, Fernández Jerí dispuso la suspensión temporal de Barreto.
A esas alturas las tensiones dentro de Willax habían adquirido vida propia y terminaron de agravarse el martes 17 de diciembre. Ese día, luego de expresar su fastidio por la constante presencia del ministro Santivañez en los sets de Willax, Humberto Ortíz anticipó su propia salida del canal.
Ortíz rajó de sus colegas enemigos, poniéndoles apodo: Milagros Leiva (“Fiona”) y Phillip Butters (“mono con metralleta”); y cerró preguntándose en qué se había convertido el canal de “oposición” que, dijo, fue Willax.
Nunca se convirtió, siempre fue lo mismo.
[Actualización del miércoles 15 de enero de 2025]
Carta notarial y respuesta
El 3 de enero pasado, IDL-Reporteros recibió una carta notarial de la Caja Huancayo con referencia a esta nota, en la que conmina a este medio a rectificarse sin precisión alguna.
En respuesta, IDL-R no solamente no se rectifica sino se ratifica en lo publicado sobre este caso.