Kimberly Clark, una de las empresas protagonistas en el notorio caso de los pañales fantasmas, se encuentra otra vez envuelta en un escándalo, por hechos similares a los que la llevaron a ser sancionada en Colombia en el pasado reciente.
Esta vez no se trata de pañales sino de papel higiénico.
Indecopi dio a conocer el miércoles una resolución de más de 400 páginas donde detalla cómo las dos empresas más grandes del rubro de papel higiénico del país, Kimberly Clark Perú y Protisa, se coludieron para fijar precios entre los años 2005 y 2015. Indecopi las sancionó con una multa de más de 171 millones de soles y a la segunda, con otra de 104 millones de soles. Pero gracias al, en apariencia muy generoso, Programa de Clemencia que aplica la entidad estatal, se exoneró de la sanción a Kimberly Clark por delatar al cártel y se redujo la sanción de Protisa en 50% por colaborar con la investigación.
Tanto Kimberly Clark como Protisa concentran el 88% del mercado nacional del papel higiénico. Las marcas más conocidas de la primera son Suave, Kleenex y Scott; mientras que la segunda comercializa a través de Elite y Noble.
Indecopi empezó sus diligencias en septiembre de 2014. Realizó diferentes inspectorías, entrevistó a los principales empresarios, examinó información electrónica, emails y agendas de la empresa.
Los correos aportaron evidencia contundente. Cuando los directivos de las compañías discutían la evolución del mercado, mencionaban también la oportunidad de concertar nuevos precios. Como en este e-mail, por ejemplo, enviado por Luis Fernando, Gerente Andino de Kimberly Clark, a Alfredo Salgado, Gerente de Kimberly Clark Professional, quienes ante la caída de las acciones del Grupo CMPC (matriz de Protisa), buscaron aprovechar el momento para llegar a un «acuerdo» con su competencia:
Cuando el área comercial de Kimberly Clark discutió en junio de 2005 su propuesta de alza de precios, compararon detalladamente el valor de los productos de su empresa con “la propuesta de ellos”. Llama la atención que Kimberly Clark tenga información interna de su competencia. La Secretaría Técnica encontró el documento excel con las comparaciones.

Ante las preguntas de los funcionarios de Indecopi, las respuestas revelaron la complicidad con la que ambas empresas operaban.
Por ejemplo, en noviembre de 2006 el Gerente General de Protisa, Alejandro Nash, quien estaba a punto de salir de la empresa, organizó una reunión con el gerente general de Kimberly Clark en la que discutieron sobre las promociones y alza de precios en supermercados; para esto, instruyó a Salvador Calvo, quien sería el próximo gerente de la empresa:
“El Gerente General saliente de PROTISA, el Sr. Alejandro Nash, me explicó la mecánica y procedimientos de las reuniones con nuestro competidor KCP, señalándome que se trataban temas que afectaban a la industria de papel higiénico y otros productos de papel tissue, así como temas de precios y actividades promocionales. Mi predecesor me indicó que este tema debía manejarse de manera confidencial y que en las reuniones sólo debían participar el Gerente General, es decir yo, y el Gerente Comercial de PROTISA, es decir el Sr. Juan Francisco García, quien, según me explicó el señor Nash, ya tenía conocimiento de la mecánica por instrucciones suyas. Adicionalmente, me explicó que la secretaría de la Gerencia General, la Srta. Olga Pérez Albela, ya estaba instruida sobre dichas reuniones, pues se encargaba de establecer el contacto con su par de KCP […]”.
Ante la contundente evidencia de la colusión entre ambas compañías para manejar cartelizadamente los precios de sus productos en el mercado, Indecopi, sentenció a Kimberly Clark apagar 171 millones 659 mil 817 soles (42,385 UIT) de multa y a Protisa, 104 millones 191 mil 434 soles (25,726 UIT). Gracias a que Kimberly Clark confesó estos delitos y se allanó a las investigaciones, su multa fue perdonada. Mientras que para Protinsa, que tampoco opuso resistencia a las intervenciones y colaboró con las autoridades, la sanción se redujo a 52 millones 95 mil 717 soles.
La sanción no se limitó a la multa, sino ordenó a las empresas contratar una compañía supervisora, así como a contar con capacitaciones anuales, y a crear una Oficina de Cumplimiento que asegure el seguimiento honesto de las normas de la libre competencia. La mayoría de los sancionados individuales por este caso, fueron ejecutivos de Kimberly Clark, quienes tienen que pagar sus multas completas, que suman: 730 mil 944 soles.
Cartel pañalero colombiano
En Colombia no es novedad asociar a Kimberly Clark con colusión y concertación ilegal de precios. Como lo relató IDL-R, en noviembre de 2013, el Indecopi colombiano, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) logró desbaratar las negociaciones de cinco compañías que fijaban precios en perjuicio de los compradores.
Luego de una investigación previa, las autoridades ingresaron simultáneamente a las instalaciones de las compañías de fabricación y venta de pañales Familia, Tecnoquímicas y Kimberly-Clark. De esta incursión, lograron recopilar información de correos electrónicos y comunicaciones internas.
Días después, un grupo de ejecutivos de Kimberly Clarck acudió a la SIC, dispuestos a delatar sus propios delitos (y los de los demás) para acogerse a los beneficios legales que se otorga en Colombia.
Junto con las delaciones, la SIC acumuló la evidencia de 700 correos electrónicos, más de 30 testimonios y 20 reuniones en Colombia y otros países, entre los que Perú fue sede principal de la operación de Kimberly Clark en la región andina.
Se determinó que el Cartel del Pañal llevaba 15 años operando y que en ese periodo aumentaron los sobrecostos de entre el 10 y el 15 por ciento en los precios de los pañales.
También en ese caso, la mayoría de los acusados fueron gerentes de Kimberly Clark.
El caso de los pañales Kimberly Clark en Perú
En 2015, IDL-Reporteros publicó una serie de reportajes sobre el caso de los 8 millones de pañales comprados por el Ministerio de la Mujer a Kimberly Clark en consorcio con Cymed Medical en 2013, cuando Ana Jara era ministra.
IDL-R reveló que no había sustento para esta compra de más de 6 millones de soles, hecha con precipitación, (empezó en mayo y terminó en julio) y sin planes para su almacenamiento y distribución.
Luego de la compra inédita y veloz, la emergencia pañalera desapareció. Ana Jara repartió 89 mil, apenas el 1% del total del lote. Durante la gestión posterior de Carmen Omonte, se repartieron 2 millones de pañales más.
En octubre de 2014, la OCI del ministerio de la Mujer envió un oficio a Omonte en el que informó sobre irregularidades en el almacenaje de los pañales. Ante eso, ella pidió al Contralor General de la República, Fuad Khoury, que investigara el proceso de su compra, almacenaje y distribución.
La ex secretaria general del ministerio de la Mujer, Elsa Cubillas, quien encabezó la compra masiva y suscribió los contratos con el consorcio Cymed Medical-Kimberly Clark, afirmó en la comisión de Fiscalización del Congreso que Ana Jara estuvo al tanto de la compra desde el inicio.
En mayo de 2015, la Contraloría entregó un informe que concluyó que Kimberly Clark entregó guías de remisión certificadas fraudulentas. Esto se descubrió porque gran parte de los pañales fueron fabricados luego de la fecha de entrega que indicaban las guías. A pesar de esto, la Contraloría sostuvo que la cantidad que faltaba respondía a un robo masivo de los almacenes, basándose en el inventario que se realizó en la gestión de Ana Jara, el cual se hizo en apenas 5 horas por 3 tres personas.
En junio, el fiscal Reynaldo Abia Arrieta, a cargo de la Segunda Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima, abrió investigación a 27 funcionarios del Ministerio de la Mujer por el caso de los pañales, y pidió a la Fiscalía Nacional poder incluir además a Jara y Omonte.
Sin embargo, el Fiscal de la Nación, Pablo Sánchez Velarde, decidió en febrero del año pasado no abrir investigación a las ex ministras.
Puedes leer aquí toda nuestra serie investigativa sobre el tema:
Pañales cargados
Aunque su destino final no sea oler a rosas, los pañales sugieren una cierta inocencia que hace difícil asociarlos a actos de corrupción. No se trata de armas, ni de obras públicas, ni de metales, ni de petróleo, ni de especulaciones financieras, sino solo de pañales. [ver más].
La guerra de los pañales fantasmas
Por un asunto de pañales, el choque entre ambas ministras era virtualmente inevitable. Aunque vírgenes de uso, los pañales ya hedían, el caso se iba a complicar y la pregunta era (y es) quién iba a resultar cubierto con aquello que esos pañales no habían alcanzado a absorber.[ver más].
Primeras denuncias
El martes 24 de marzo, el procurador del ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Roger Niego, denunció a funcionarios de las áreas de administración, abastecimiento y almacenes por el robo de un millón y medio de pañales de los almacenes del ministerio.[ver más].
Columna de reporteros
Cuando un perro muerde a un hombre, dice el lugar común, no hay noticia; la hay cuando el hombre muerde al perro. La investigación de la periodista Romina Mella que acaba de publicar IDL-Reporteros, sobre curiosas fechorías de alto vuelo, no necesita, menos mal, morder al perro porque hace hablar a los pañales.[ver más].
Pañales huérfanos (pero cargados)
Cuando se hace cada vez más evidente que la compra de los 8 millones 240 mil pañales fue corrupta, los altos funcionarios del Ministerio de la Mujer de ese tiempo proclaman no haber sabido nada sobre el tema.[ver más].
Carta notarial y respuesta
El miércoles 1 de abril, IDL-Reporteros recibió una carta notarial firmada por Elsa Cubillas, ex secretaria general del ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables durante la gestión de Ana Jara y entonces funcionaria de confianza de Jara en la Presidencia del Consejo de Ministros.[ver más].
Fraudes corporativos, investigación en riesgo
Fue un momento importante que, como sucede con la mayoría de investigaciones del Estado, resultó pobremente aprovechado. La comisión de Fiscalización del Congreso interrogó la semana pasada a la ex secretaria general del ministerio de la Mujer, Elsa Cubillas, quien encabezó la compra masiva de pañales y suscribió los contratos con el consorcio Cymed Medical-Kimberly Clark.[ver más].
Cuadrilátero pañalero
Este miércoles el Congreso fue el escenario de un nuevo capítulo de la guerra de pañales entre las ex ministras de la Mujer, Ana Jara y Carmen Omonte. Ambas habían sido citadas por la Comisión de Fiscalización para ser interrogadas por las irregularidades en el proceso de compra de los 8 millones 240 mil pañales que el ministerio de la Mujer hiciera, en 2013, al consorcio Cymed Medical-Kimberly Clark, las pésimas condiciones en los que estos fueron almacenados, los problemas en su distribución, y el robo masivo de parte de ese lote.[ver más].